En la previa del clásico ante Regatas, El Chelo se convirtió en padre por segunda vez, tras el nacimiento de su hija Sofía.
El día de ayer no fue un día más en la vida de Don Orione y de Marcelo Mescolatti. Como marca la historia los partidos contra Regatas se juegan con la responsabilidad y la pasión que demanda un clásico. Uno de los derbys más importantes del futsal mendocino. Don Orione llegaba tras un empate en el debut ante Don Bosco, mientras que Regatas venía de obtener un victoria en la primera fecha.
Cuando el público se iba arrimando a la cancha de El Lago, en el Parque, se percataban de un detalle. Marcelo Mescolatti, el jugador emblema, no se encontraba haciendo el pre calentamiento. El partido comenzó y Don Orione, jugó un verdadero partidazo. El Santo pudo dar vuelta un 2-0 en contra y se quedó con el triunfo por 4-2. Para ese entonces el Chelo ya festejaba y sostenía en sus manos a Sofía, su segunda hija. El 10 de El Santo se tomó el día para poder recibir a la nueva integrante de la familia. La pequeña nació a las 13.55hs, midió 49 cm y pesó 3,250, en el Hospital Italiano. Su mamá Paula, su papá Chelo y Bautista, su hermano, la esperaban con los brazos abiertos. Más tarde toda la familia de Don Orione tambíen festejaría su nacimiento.
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